Mi
calle escupe la sombra de los gatos
y
las farolas tristes se desangran
en
la madrugada fría.
Entre
los adoquines agonizan sueños,
ilusiones
perdidas, vidas baldías
que
el tiempo pisoteó inmisericorde.
Pobre
calle del alma mía…. Ya no eres mi calle.
Sólo
el silencio y un vaho acre brota del viejo bar
donde
prostitutas ahítas de años apuran
el
sucio vaso de su existencia.
Mis tacones se alejan, el ritmo, el latido…
la ciudad despierta.
No me has dejado sin sombra, me has dejado asombrado. Se respira el ambiente sórdido, decadente...se oyen los tacones... Me parece excepcional y me alegro de que la alumna supere al maestro. Gracias.
ResponderEliminarBss
Gracias. Me estás mal acostumbrando a los halagos, antes eras mas duro, te estás haciendo mayor? Te quiero un montón gatito.
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Me has regalado una calle magnífica.
ResponderEliminarUna calle de esas que sólo pueden ver algunos privilegiados.
Gracias por compartirla.
Tú escribes con el corazón, se nota... para lo bueno y para lo malo.
Otro "peso pesado" (del blog y del ring) que me regala los oídos: mil gracias.
Eliminar¿Con qué se escribe, con el corazón, la cabeza, las vísceras(no menciono el alma porque está muy manido y "cursileado")?
Y sí, también para lo malo (pero poco) :)))
Yo más que un peso pesado soy un pesado con peso que acapara ingentes cantidades de arena.
ResponderEliminarUna calle que las personas afortunadas han podido dejar atrás.
Y otras permanecen "apurando el sucio vaso de su existencia". ¡¡Que dura esa existencia!!
Pluma suave eres tú :) (a veces)
EliminarDemasiadas calles así.
A la hora en que sólo queda regresar... Me encantó.
ResponderEliminarAbrazos.
Me alegro. Gracias.
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Hiciste bien en renegar y abandonar esa calle, que ya no puede ofrecer nada bueno, y a golpes de tacones (esa imagen me encanta) te dirijas al amanecer del día.
ResponderEliminarP. D. Yo creo que se escribe, según cada momento. A veces es la razón y la lógica; otras nos desborda el corazón y es el que nos guía; y otras, sin embargo, ni la cabeza ni el corazón, es nuestro yo más profundo, las “tripas”, las que guían nuestra pluma. Para mí, la más real.
Un beso, Pat!!
¿Y si resultara que nos leemos y creemos que escribimos? Cuando me leo las tonterías que he hecho en la vida salen poemas tan antiguos como los torpes pasos que damos persiguiendo la felicidad. Hay una voz latente dentro de la poeta, en el fondo de los adentros, que dicta el destino trágico de las mujeres.
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Y no es lo mismo?, transcribimos aquello que somos, lo que al mirarnos vemos. Y creo que mientras andemos estamos vivas, Si hay algo que temo es conformarme y acomodarme. Solo tenemos que tener el valor de oírnos.
EliminarLo que somos... o lo que nos gustaría ser, o no haber sido.
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A veces es más cierto lo que nos hubiera gustado ser que lo que hemos podido ser, y creo que escribir sobre ello tambien nos acerca a nosotras mismas.
EliminarTodas las calles tienen algo. Solo es cuestión de encontrarlo o a veces mejor no.
ResponderEliminarSalud
Cuando uno ya no se encuentra en donde se supone debería estar, lo mejor es marcharse... caminando nuevos rumbos, haciéndose un nuevo destino... o el que siempre ha sido.
ResponderEliminarBuen domingo!
Y al final de la calle, o a la derecha, o a la izquierda, hay otras calles.
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a la vuelta de una salida no bien resuelta, así me suena tu escrito mas melancólico que crítico... saludos
ResponderEliminarO quizás muy bien resuelta :))
EliminarSi una puerta se cierra abrirán mil ventanas.
ResponderEliminarLa ciudad es grande, y seguro está despierta para ti más allá del último adoquín.
Besos, me uno por aquí
www.somosfuego.blogspot.com
¡Por descontado! Por eso resuenan firmes los tacones despertando a los adoquines de si indiferencia.
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Pat, belissimo poema, que traduz a realidade dos dias que vivemos!
ResponderEliminarUma boa semana para ti...
A.S.
Magnífico, magnífico. Y magnético.
ResponderEliminarInspirada descripción de un ambiente nocturno, con algo de decadencia. Compatible con el género de policial negro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algún muerto quedó atrás, sí.
EliminarGracias.
:))
Una calle llena de recursos, aunque sea para escribir un poema tan auténtico y bueno como este.
ResponderEliminarMe gusta :)
Abrazo.
He visto la foto y tu texto y he pensado en lo falsa que es la frase esa de que una imagen vale más que mil palabras. Ni siquiera que 76.
ResponderEliminarGracias y saludos
Me ocurre cada vez que paso por la calle donde viví algunos años.
ResponderEliminarPienso en todo lo que pasó allí, unos años locos que quedan para el recuerdo.
Besos.
Tu poema es un cuadro impresionista de un instante, de un lugar, en el que se pueden sentir las sensaciones descritas en él... Es un gran poema, me gusta mucho...
ResponderEliminarAbrazo
Gracias. Vaya repaso le estás dando al blog. Me halaga.
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